Biblia
hebrea
La
Biblia hebrea está conformada por un
grupo de libros cuya composición data desde el año 1200 a.C. hasta el 200 a.C.
La lengua que se manifiesta en esta obra provenía de una tradición oral para
luego consolidarse de manera escrita en diferentes formas literarias. El hebreo
bíblico es una lengua homogénea a la lengua perteneciente al periodo monárquico
precedente al exilio babilónico, es
decir, anterior al 587 a.C., periodo de gran importancia ya que en esta época
fue compilada y compuesta gran parte de la literatura bíblica.
En
el periodo postexílico, la lengua hebrea tuvo contacto con otras lenguas como
el arameo, el persa y el griego a causa del dominio de los diferentes imperios.
Sin embargo, el lenguaje literario de los escritos bíblicos permaneció casi intacto. Es difícil
determinar en qué momento el hebreo dejó de ser una lengua hablada, pero se
calcula que su muerte es contemporánea al levantamiento de los judíos contra el
Imperio romano (I y II d.C.).
El hebreo
como lengua semítica
El
hebreo pertenece a la familia de las lenguas semíticas, las cuales se organizan
de la siguiente forma:
- Semítico nororiental: babilónico, asirio (acadio)
- Semítico suroriental: antiguo árabe del sur y las lenguas modernas relacionadas del sur de Arabia y etiopia.
- Semítico suroccidental: árabe clásico y los diferentes dialectos árabes modernos relacionados con él.
- Semítico noroccidental:
- Arameo
- Cananeo (Ugarítico, Fenicio, Hebreo)
El hebreo
es una lengua que proviene del desarrollo de la lengua hablada en Canaán antes
de la llegada de los israelitas. La antigua lengua de Canaán es conocida por
las glosas de las cartas babilónicas encontradas en Tell el Amarna (Alto Egipto). Estas cartas
datan del 1400 a.C. y están escritas en babilónico que era el lenguaje diplomático
del tiempo, dirigidas al gobierno egipcio. Estos documentos fueron escritos por
escribas del país de Canaán que a veces usaban formas de su lengua nativa.
Características
de las lenguas semíticas
Las lenguas semíticas poseen ciertos
rasgos que las diferencian de otras familias de lenguas. algunos de estos rasgos que se encuentran específicamente
en hebreo:
- La existencia de sonidos guturales: ח ḥ y ‘ע en hebreo
- La existencia de consonantes enfáticas: ṭ ט, ṣ צ y q ק en hebreo
- Predominan raíces consonánticas y trilíteras: el esqueleto consonántico de la palabra expresa la noción en general, las vocales determinan diversas modalidades de la noción
Gramática
hebrea
La
gramática hebrea es la gramática del texto bíblico tradicional según el criterio establecido de los sabios judíos de la escuela de
Tiberíades en el siglo VII d.C. Se cree que este grupo judío fue influenciado
por los sirios gramáticos en la preservación y transmisión de la tradición de
la lectura de los textos sagrados.
En
este siglo, ya que los textos bíblicos carecían de un sistema vocálico, se
introdujo un sistema de signos que indicaban, principalmente, la vocalización y
, en segundo lugar, ciertas modalidades en la pronunciación de las consonantes,
la división de silabas, el acento, la unión entre palabras, las pausas y las
modulaciones. Estos signos consistían en su mayoría en un conjunto de puntos (nequddah), especialmente en el caso de las vocales, de modo que
podemos referirnos a este hecho como la puntuación del texto consonántico. Los
inventores de este sistema fueron los llamados naqdanim (puntuadores). Ellos fijaron una pronunciación con una
meticulosa exactitud que se
ejecutaba musical y solemnemente en las sinagogas en el desarrollo de sus servicios
litúrgicos. El propósito de los naqdanim fue recoger fielmente la
pronunciación contemporánea, cuando la tradición corría peligro, de modo que se
esforzaron en gran manera hasta lograr su objetivo con una gran calidad en su
trabajo, según la coherencia interna del sistema y la comparación con las lenguas afines.
Historia
del hebreo bíblico
Los textos
bíblicos abarcan bastantes siglos y su respectiva lengua manifiesta un grado de
uniformidad a pesar de todo. Esta uniformidad no es igual en todos los aspectos
de la lengua, es decir, en la morfología, la sintaxis, el vocabulario, y la fraseología.
Lo más significativo son las variantes en vocabulario y fraseología ya que
dependen de los diversos periodos y escritores.
En la
sintaxis, las variantes no tienen gran relevancia. Las diferencias se observan
cuando se realiza una comparación de textos que están separados por una
cantidad significativa de tiempo. De este modo, las sintaxis de los textos históricos
del periodo postexílico, por ejemplo, Esdras, Nehemías y Crónicas, se
diferencian en gran manera de la de Samuel y Reyes.
En el
aspecto de la morfología, la uniformidad del texto bíblico es más constante. Es
importante, en este aspecto lingüístico, realizar la distinción entre el elemento
consonántico y el vocálico. Según la naturaleza de la morfología de la familia
de las lenguas semíticas, las consonantes conforman un elemento estable y las
vocales cambian más fácilmente. Ya que el texto que hoy en día poseemos nos
permite observar pocos cambios consonánticos y vocálicos, se cree que el texto consonántico
fue más o menos estandarizado a lo largo de los siglos y es seguro que las
partes del texto consonántico, sin importar el siglo del que procedan, han
recibido una vocalización uniforme. Los naqdanim impusieron la pronunciación
de las sinagoga de su tiempo (s. VII) a los textos viejos y a los más recientes,
de modo que la pronunciación es más exacta para estos últimos.
Por otro
lado, es importante distinguir dos periodos en la historia de la lengua hebrea:
el pre-exílico y el post-exílico. En primer lugar, el pre-exílico representa la
edad de oro de la lengua, es decir, es el periodo del hebreo clásico. En segundo
lugar, en el periodo post-exílico la lengua sufre varios cambios por influencia
del arameo, que se ha convertido en la lengua ordinaria de los judíos. La fase más evolucionada del hebreo post-exílico
es representada por la lengua de Qohélet, Ester, Esdras, Nehemías y Crónicas.
Además
de las diferencias a causa de la evolución de la lengua con el paso de los
siglos, naturalmente el hebreo debió tener particularidades dialectales en las
diferentes regiones en donde se hablaba. Por ejemplo, estas diferencias
debieron de existir entre el reino del norte y el reino del sur, sin embargo no
hay datos suficientes para precisar un dialecto diferente para cada reino.
Un
elemento importante que establece una serie de diferencias notables es el género
literario de los textos, es decir la diferencia entre la lengua de la poesía y
la de la prosa. En poesía, muchas palabras son típicas y exclusivas del género literario ya que
bastantes se encuentran en arameo. Por ejemplo, אֱנוֹשׁ enôsh “hombre”
por אָדָם
'adam. Por cuestiones
de métrica, la poesía suele usar palabras raras, anómalas o arcaicas.
Por último, se podría encontrar
en un mismo dialecto, en un mismo periodo de tiempo o en un mismo género
literario, variedad en materia de ortografía, morfología, sintaxis o fraseología,
según el gusto del autor, hasta en un mismo versículo.
Bibliografía
Joüon, P y Muraoka, T. (2007).
Gramática del hebreo bíblico. Navarra- España: editorial verbo divino.
O. Lambdin, T. (2001). Introducción
al hebreo bíblico. Navarra- España: editorial verbo divino.



El principal texto del idioma que se uso para registrar la manifestación de Dios a su pueblo escogido
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