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lunes, 25 de enero de 2016

Grafía y pronunciación

Grafía y pronunciación de las consonantes

  En esta nueva entrada aprenderemos:

  1. la forma de escribir las consonantes y las vocales del hebreo bíblico
  2. la pronunciación de cada consonante y de cada vocal

(Imagen tomada de internet)


En la primera columna del cuadro observamos el signo o  la forma gráfica (grafía) de las letras que componen el alfabeto hebreo. En algunos casos, observamos que para una misma letra existen dos o tres acepciones. Estas acepciones dependen de la ubicación de la letra dentro de la palabra, de este modo usamos, por ejemplo, la letra Kaf  al inicio o en medio de palabra con el signo כ, sin embargo cuando la usamos al final de palabra usamos el signo ך. Ademas, para expresar que la consonante es doble o explosiva (en la articulación de la consonante hay un obstrucción del paso del aire por unos segundos) se usa un punto en medio de la consonante  llamado  dagéš  . Cuando este punto represente una consonante doble pronunciaremos la consonante un poco más alargada.

En la tercera columna vemos dos secciones importantes: transcripción y pronunciación.  Se debe tener en cuenta que la transcripción es la representación gráfica de una palabra de otro idioma y la pronunciación debe entenderse como el modo en que se pronuncia una consonante o vocal. De este modo, observamos algunos signos de transcripción con su respectiva pronunciación. Por ejemplo, tenemos la consonante Het ח que se transcribe como una h nuestra, pero en el momento  de pronunciarse se debe emitir un sonido similar al de la j. Finalmente, observamos el valor numérico que tiene cada letra, es decir, los signos que componen el alfabeto hebreo tienen una doble función: representar consonantes y representar números. Sin embargo, no entraremos en detalle es esta ultima.

Ahora bien, los invito a ver los siguientes vídeos para aprender a escribir el alfabeto (aclaro que no tengo ninguna vinculación con etacher, simplemente uso su material para facilitar el aprendizaje). 








Grafía y pronunciación de las vocales


las vocales del hebreo se diferencian una de otra por el timbre ( o cualidad). Ademas, en el caso de las vocales que tienen el mismo timbre, se diferencian por su cantidad. Se debe distinguir cuidadosamente entre timbre (la cualidad de la vocal en su articulación ) y cantidad (tiempo requerido para su articulación). 




Largas
Breves
Medio breves
Pronunciación
Nombre
אִי
אִ

I
Hireq
אֵי
אֵ

E
Sere
אֶי
אֶ
אֱ
E
Segol

אַ
אֲ
A
Patah

אָ

אֳ
a-o
kames
אוֹ
אֹ

O
Holem
אוּ


U
Sureq

אֻ

U
Quibbus


אְ
e/ø
Shewa


Se puede observar las vocales en color rojo bajo y, en algunos casos, al lado izquierdo de las consonantes. Así, el modo de lectura será de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda, pronunciando la consonante, en primer lugar, y la vocal que le acompaña, seguidamente. Por ejemplo,si tenemos la silaba דָ ,   leeremos da ya que la consonante ד se pronuncia como una d y la ָ  se pronuncia como una a.

La vocal kames posee dos formas de pronunciación: a y o. La pronunciación  o dependerá de la silaba en que se encuentre la vocal. Si la vocal kames se encuentra en silaba cerrada átona (sin tono), deberá pronunciarse como una o. Por ejemplo, la palabra שָׁמְרִי deberá leerse shomrí y no shamrí. La primera silaba de derecha a izquierda es cerrada ya que la vocal shewa ְ , en este caso, es muda y, por lo tanto, la sílaba termina en sonido consonántico. De este modo, la primera sílaba es שָׁמְ shom. Finalmente, la pronunciación a de la kames se presenta en todos los casos.

Por otro lado, también observamos una doble condición para la pronunciación de la vocal shewa: e y ø (sin pronunciación). Veamos algunas reglas:

  • Cuando aparecen dos shewa debajo de consonantes seguidas, excepto al final de palabra, el primero representa ø y el segundo e. Por ejemplo:


יִשְׁמְרוּ se lee yishmerú y no yishemer

  • Cuando la silaba, precedente a la silaba del shewa, lleva una vocal larga. Por ejemplo:


הוּקְמוּ se lee huquemú (shewa con valor e)
  • Después de cualquier otra vocal, el shewa vale ø. Por ejemplo:


מַלְכֵי se lee malké y no maleké

  • Debajo de la primera de dos consonantes idénticas seguidas, el shewa equivale a e. por ejemplo:


צִלְלֵי  se lee silelé (no hay una pronunciación doble de la l)

  • Debajo de la primera consonante de una palabra, el shewa representa e. Por ejemplo:


בְּיָדוֹ se lee beyadó

Finalmente, las demás vocales se pronuncian como el cuadro lo señala. Sin embargo, los invito a ver los siguientes vídeos para reforzar y aclarar un poco más la información:






Actividad de refuerzo

Responde las siguientes preguntas y escribe sus respectivas respuestas en la parte de "comentarios" al final de la pagina:

  1. ¿cuántas letras tiene el alfabeto hebreo?
  2. ¿por qué hay consonantes con tres formas diferentes?
  3. ¿cómo se transcribe la letra mem?¿cómo se pronuncia?
  4. ¿cómo se llaman las vocales hebreas con las que representamos el sonido de nuestra vocal a?
  5. ¿a qué fruta se parece la vocal segol?
  6. intenta escribir tu nombre y el de tus familiares, usando las letras y las vocales hebreas. Por ejemplo, yo escribiría mi nombre Yeison de la siguiente manera: יְיסוֹן
  7. ¿cómo se  pronuncian las siguientes palabras: אֱלֹהִים y שָׁמָיִם 
  8. escribe una diferencia entre el hebreo bíblico y el español.





martes, 12 de enero de 2016

Historia del hebreo bíblico

Biblia hebrea

La Biblia hebrea  está conformada por un grupo de libros cuya composición data desde el año 1200 a.C. hasta el 200 a.C. La lengua que se manifiesta en esta obra provenía de una tradición oral para luego consolidarse de manera escrita en diferentes formas literarias. El hebreo bíblico es una lengua homogénea a la lengua perteneciente al periodo monárquico precedente al  exilio babilónico, es decir, anterior al 587 a.C., periodo de gran importancia ya que en esta época fue compilada y compuesta gran parte de la literatura bíblica.  
En el periodo postexílico, la lengua hebrea tuvo contacto con otras lenguas como el arameo, el persa y el griego a causa del dominio de los diferentes imperios. Sin embargo, el lenguaje literario de los escritos  bíblicos permaneció casi intacto. Es difícil determinar en qué momento el hebreo dejó de ser una lengua hablada, pero se calcula que su muerte es contemporánea al levantamiento de los judíos contra el Imperio romano (I y II d.C.).

El hebreo como lengua semítica  

El hebreo pertenece a la familia de las lenguas semíticas, las cuales se organizan de la siguiente forma:

  1. Semítico nororiental: babilónico, asirio (acadio)
  2.  Semítico suroriental: antiguo árabe del sur y las lenguas modernas relacionadas del sur de Arabia y etiopia.
  3. Semítico suroccidental: árabe clásico y los diferentes dialectos árabes modernos relacionados con él.
  4. Semítico noroccidental:

  • Arameo
  • Cananeo (Ugarítico, Fenicio, Hebreo)


El hebreo es una lengua que proviene del desarrollo de la lengua hablada en Canaán antes de la llegada de los israelitas. La antigua lengua de Canaán es conocida por las glosas de las cartas babilónicas encontradas en  Tell el Amarna (Alto Egipto). Estas cartas datan del 1400 a.C. y están escritas en babilónico que era el lenguaje diplomático del tiempo, dirigidas al gobierno egipcio. Estos documentos fueron escritos por escribas del país de Canaán que a veces usaban formas de su lengua nativa.

Características de las lenguas semíticas

Las lenguas semíticas poseen ciertos rasgos que las diferencian de otras familias de lenguas.  algunos de estos rasgos que se encuentran específicamente en hebreo:

  1.  La existencia de sonidos guturales: ח  y ע  en hebreo
  2. La existencia de consonantes enfáticas: ט, צ y q ק  en hebreo
  3. Predominan raíces consonánticas y trilíteras: el esqueleto consonántico de la palabra expresa la noción en general, las vocales determinan diversas modalidades de la noción

Gramática hebrea

La gramática hebrea es la gramática del texto bíblico tradicional  según el criterio establecido  de los sabios judíos de la escuela de Tiberíades en el siglo VII d.C. Se cree que este grupo judío fue influenciado por los sirios gramáticos en la preservación y transmisión de la tradición de la lectura de los textos sagrados.

En este siglo, ya que los textos bíblicos carecían de un sistema vocálico, se introdujo un sistema de signos que indicaban, principalmente, la vocalización y , en segundo lugar, ciertas modalidades en la pronunciación de las consonantes, la división de silabas, el acento, la unión entre palabras, las pausas y las modulaciones. Estos signos consistían en su mayoría en un conjunto de puntos (nequddah), especialmente  en el caso de las vocales, de modo que podemos referirnos a este hecho como la puntuación del texto consonántico. Los inventores de este sistema fueron los llamados naqdanim (puntuadores). Ellos fijaron una pronunciación con una meticulosa exactitud   que  se ejecutaba musical y solemnemente en las sinagogas en el desarrollo de sus servicios litúrgicos. El propósito de los naqdanim fue recoger fielmente la pronunciación contemporánea, cuando la tradición corría peligro, de modo que se esforzaron en gran manera hasta lograr su objetivo con una gran calidad en su trabajo, según la coherencia interna del sistema y  la comparación con las lenguas afines.  




Historia del hebreo bíblico

Los textos bíblicos abarcan bastantes siglos y su respectiva lengua manifiesta un grado de uniformidad a pesar de todo. Esta uniformidad no es igual en todos los aspectos de la lengua, es decir, en la morfología, la sintaxis, el vocabulario, y la fraseología. Lo más significativo son las variantes en vocabulario y fraseología ya que dependen de los diversos periodos y escritores.

En la sintaxis, las variantes no tienen gran relevancia. Las diferencias se observan cuando se realiza una comparación de textos que están separados por una cantidad significativa de tiempo. De este modo, las sintaxis de los textos históricos del periodo postexílico, por ejemplo, Esdras, Nehemías y Crónicas, se diferencian en gran manera de la de Samuel y Reyes.   

En el aspecto de la morfología, la uniformidad del texto bíblico es más constante. Es importante, en este aspecto lingüístico, realizar la distinción entre el elemento consonántico y el vocálico. Según la naturaleza de la morfología de la familia de las lenguas semíticas, las consonantes conforman un elemento estable y las vocales cambian más fácilmente. Ya que el texto que hoy en día poseemos nos permite observar pocos cambios consonánticos y vocálicos, se cree que el texto consonántico fue más o menos estandarizado a lo largo de los siglos y es seguro que las partes del texto consonántico, sin importar el siglo del que procedan, han recibido una vocalización uniforme. Los naqdanim impusieron la pronunciación de las sinagoga de su tiempo (s. VII) a los textos viejos y a los más recientes, de modo que la pronunciación es más exacta para estos últimos.

Por otro lado, es importante distinguir dos periodos en la historia de la lengua hebrea: el pre-exílico y el post-exílico. En primer lugar, el pre-exílico representa la edad de oro de la lengua, es decir, es el periodo del hebreo clásico. En segundo lugar, en el periodo post-exílico la lengua sufre varios cambios por influencia del arameo, que se ha convertido en la lengua ordinaria de los judíos.  La fase más evolucionada del hebreo post-exílico es representada por la lengua de Qohélet, Ester, Esdras, Nehemías y Crónicas.

Además de las diferencias a causa de la evolución de la lengua con el paso de los siglos, naturalmente el hebreo debió tener particularidades dialectales en las diferentes regiones en donde se hablaba. Por ejemplo, estas diferencias debieron de existir entre el reino del norte y el reino del sur, sin embargo no hay datos suficientes para precisar un dialecto diferente para cada reino.

Un elemento importante que establece una serie de diferencias notables es el género literario de los textos, es decir la diferencia entre la lengua de la poesía y la de la prosa. En poesía, muchas palabras son típicas y  exclusivas del género literario ya que bastantes se encuentran en arameo. Por ejemplo, אֱנוֹשׁ  enôsh  “hombre” por  אָדָם 'adam. Por cuestiones de métrica, la poesía suele usar palabras raras, anómalas o arcaicas.



Por último, se podría encontrar en un mismo dialecto, en un mismo periodo de tiempo o en un mismo género literario, variedad en materia de ortografía, morfología, sintaxis o fraseología, según el gusto del autor, hasta en un mismo versículo.




Bibliografía

Joüon, P y Muraoka, T. (2007). Gramática del hebreo bíblico. Navarra- España: editorial verbo divino.

O. Lambdin, T. (2001). Introducción al hebreo bíblico. Navarra- España: editorial verbo divino.




lunes, 11 de enero de 2016

Bienvenidos

les doy la bienvenida a mi nuevo blog, mi propósito con este es enseñar, de una manera fácil y sencilla, Hebreo bíblico a personas interesadas en profundizar en los estudios de la palabra de Dios. Espero que tengamos un viaje encantador en el estudio de la gramática y la sintaxis de esta hermosa lengua.